205 PALABRAS
Bajo la
blanca, pura y bellísima luz de la luna a la que tanto se centraba su
admiración, se hallaba acostada sobre aquel campo de flores donde se extrañaba
mi presencia, con hermosa cabellera de risos y lisos inigualables esparcidos
sobre la fina capa de pasto admitida por ella como su cama aquella noche, con
su hermosa y deseada figura femenina actor principal en mis profundos sueños
de pasión deseando una presente realidad para ellos, la ausencia de mi amor y
alma notaron de sus dulces ojos cerrados profundas lágrimas de incertidumbre
ante mi paradero, resbalaron por los costados de su perfecta cara goteando al
suelo con inéditos deseos de hallarnos juntos nuevamente adueñándonos sin ley
ni dios del universo amoroso ocupado por corazones sedientos y cruelmente
lastimados de aquel sentimiento.
El ruido de
los insectos provocó susto abriendo suavemente sus ojos pronuncia con sus
labios eternamente apasionados –Donde te hallaras, mi ser te desea y nuestra
maldita suerte nos aleja- limpiando con sus manos las cristalinas corrientes de
dolor, reacciona ante los inoportunos ruidos observando su frío y obstinado
entorno solitario, solo halla poner frente a una dura brizna otóñela enfriando
y secando sus labios pero trayendo consigo la voz de su amado…
